Autor: Fernando Aylwin

  • Redescubriendo a los 50 la propia orientación sexual diferente

    No es extraño afirmar que personas de 50 o más años de edad sigan descubriendo o enfrentando realidades nuevas en sus vidas.

    Una de ellas es el de una orientación sexual diferente a la heterosexual.

    Aparejado a este descubrimiento, muchos en su quinta década continúan percibiendo que toda la sociedad asume inadecuadamente la diversidad sexual a partir de ciertos estándares culturales o religiosos.

    Ciertamente que reconocerse con una orientación sexual distinta a la heterosexual es una realidad profunda, y a la vez enfrenta el desafío de superar creencias culturales y religiosas arraigadas ¡por cincuenta años!

    Es probable que muchos que no dan este paso tengan una baja autoestima. Y en su interior una voz persistente les susurra que en ellos “algo no encaja”.

    Las personas de 50 y más años que desean iniciar el camino de asumir su orientación sexual distinta, deben transitar desde el enfrentar “esta novedad” hacia un reconocimiento natural y fluido.

    Una pieza clave en este proceso es “deshacerse” de creencias socioculturales y religiosas impuestas que obstaculizan sentir en plenitud lo que se es: alguien único, original, capacitado para el amor, un ser humano completo y original.

    Invito a quienes están en su quinta década a transitar el camino de liberación de esas creencias que han rigidizado la manera de ver la vida y de autopercibirse.

    Luego, viene dar el paso hacia una mayor flexibilidad personal y la capacidad de abrirse al nuevo tiempo que están viviendo, reconociendo su verdadera orientación sexual.

    Soy Fernando Aylwin, psicólogo y constelador familiar

  • Libérate de las expectativas: Encuentra tu propio valor

    Libérate de las expectativas: Encuentra tu propio valor

    Muchos de mis pacientes me expresan que no saben qué quieren para sus vidas.

    Les planteo que probablemente ese sentimiento se origina porque nunca se han sentido adecuados o personas suficientes, o tal vez, sienten que no encajan en nada.

    Quizás, sentían que su físico no respondía a las expectativas de los otros según sus parámetros sociales. Muy flacos, muy gordos, feos según esto, poco inteligentes según aquello.

    Puede ser también que estos pacientes tienen o tuvieron padres “brillantes” a quienes no podían complacer a pesar de todo cuanto podían hacer.

    Experiencias así nos hacen sentir fuera de lugar o que no se vale lo suficiente.

    Una de las primeras propuestas que hago a mis pacientes que vienen con esos sentimientos de desvalor es soltar todo aquello que los demás quieren o han querido que sean. Estas personas no pueden arrojarse semejante poder.

    Se puede ser solo desde lo que se es originalmente.

    Luego, les invito a abrazar esa originalidad, la propia hermosura, apartando los deseos ajenos. Invito a mis pacientes a reconciliarse con lo propio, la propia verdad y realidad. No existe mayor hermosura que la que se tiene dentro de sí.

    ¿Opinas lo mismo?

    Soy Fernando Aylwin, psicólogo y constelador familiar

  • De héroe a humano: La figura del Padre

    De héroe a humano: La figura del Padre

    La ausencia del Padre a causa de su distanciamiento, desaparición o lejanía provoca en muchos un sentimiento de rabia o dificultades para llevar delante de forma autónoma una relación de pareja.

    Tal vez tú estás viviendo esta experiencia.

    Podrías estar resintiendo la ausencia de tu Padre porque él fue un héroe para ti, pero desapareció en un momento importante de tu vida.

    Esa ausencia se transformó en un profundo e incomprensible sentimiento de rabia.

    Sobre todo si la desaparición de tu Padre, su lejanía, te obligó a cargar responsabilidades que no te pertenecían con relación a tu casa, tu madre y todos quienes viven contigo.

    Llevar esa carga implica soportar un peso que dificulta asumir de buena forma la ausencia de tu Padre.

    Otro obstáculo que puede surgir de esa ausencia puede recaer en la relación de pareja, debido a que te sientes inducido a autoboicotear al otro porque no es el héroe como sí lo fue tu papá.

    Esta experiencia debe cambiar.

    Tu Padre no es un héroe. Es un ser humano como cualquiera. Por ello, es vital que aprendas a visualizarlo así: Padre, un humano.

    Así podrás comprender las razones de su distanciamiento, desaparición o lejanía.

    Modificando esa imagen que te hiciste de tu Padre, encontrarás en tu pareja a alguien en quien apoyarte, te acompañe y viva contigo la libertad frente a la necesidad de tener un héroe.

    Soy Fernando Aylwin, psicólogo y constelador familiar.

  • Testimonio: Mi camino con las constelaciones familiares

    Testimonio: Mi camino con las constelaciones familiares

    Soy Valeria Romero, tengo 36 años y desde hace aproximadamente cuatro o cinco años comencé mi camino con las constelaciones familiares. Durante los primeros cuatro años, mi experiencia fue únicamente a través de constelaciones individuales, porque la idea de participar en una sesión grupal me generaba cierta timidez.

    Sin embargo, hace casi un año me atreví a dar el paso, y ahora, participo de las constelaciones grupales.

    Desde la primera sesión, mi vida cambió completamente. Siento que esta herramienta me permitió quitarme un velo que la psicoterapia convencional no había logrado descorrer.

    Las constelaciones familiares me ofrecieron una mayor claridad sobre mi situación, tanto en el ámbito familiar como en el personal. 


    Gracias a ellas, he podido tomar mayor conciencia de mis propios procesos y de los aspectos que necesitaba trabajar para alcanzar un estado de conformidad con mi desarrollo personal.

    ¿Por qué la recomendarías?

    Las recomiendo porque todos, sin excepción, provenimos de una familia, de un padre y una madre, ya sea biológicamente o a través de otros métodos de concepción. 

    Llevamos en nuestros genes las historias de nuestros antepasados y, al hacernos conscientes de ellas, podemos trazar un camino hacia el futuro con mayor claridad.

    Testimonio del Taller de Constelaciones Familiares Fernando Aylwin

  • La sombra de la madre en el humo de marihuana

    La sombra de la madre en el humo de marihuana

    Hoy en día, el consumo de marihuana está muy extendido y, en muchos espacios, normalizado, desplazando el peligro de la adicción al cannabis sativa y las implicancias que esto tiene en la salud.

    La marihuana suele ser una forma de evadir una situación o a una persona en un contexto particular.

    Esta hierba —conocida popularmente como “María”—, puede asociarse simbólicamente con la madre: si estuvo presente o no, cómo se percibía, la calidad de relación con ella, el dolor de su ausencia, el tipo de presencia, en fin.

    Otra figura a la que podría asociarse al consumo de marihuana es la llamada “adicción a una antigua pareja”, particularmente, si esa pareja fue mujer. Inconscientemente esa ausencia revela a la madre convertida en abandono.

    Entonces, la aparición del consumo de marihuana podría ser el resultado del fin de una antigua relación, sobre todo encarnada en la figura femenina (la madre).

    El problema de la marihuana

    La adicción a la marihuana al final se convierte en un freno que impide el desarrollo y el avance en la vida.

    Y así cualquier otra adicción —sea la marihuana o incluso a una persona, aunque esta última no sea algo que se “consuma”—, dañan especialmente al cerebro.

    Esta afectación interfiere con la experiencia de libertad interior, que es justamente la materia prima que se necesita para crecer, tomar decisiones, desarrollarse como ser humano y avanzar con sentido.

    Por esto, si se es adicto a la marihuana, es fundamental dar peso a estas dos ideas que resultan sencillas de enunciar:

    – Cualquier adicción daña mi cuerpo, muy especialmente mi cerebro, impidiendo y anulando la experiencia de libertad interior personal.

    – Un cerebro dañado merma la capacidad de crecer, tomar decisiones, desarrollarse y avanzar en la vida.

    No te confíes con aquellos mensajes de que la marihuana puede resultar ser incluso medicinal. Detrás se esconde algo poco alentador para tu salud y tu libertad personal.

    Soy Fernando Aylwin, psicólogo y constelador familiar.

  • ¿Deprimido? Quizás te has autopostergado demasiado

    ¿Deprimido? Quizás te has autopostergado demasiado

    Es bastante común encontrarte con alguien que vive —y ha vivido por un buen tiempo— con depresión.

    Este síndrome parece “estar de moda” desde hace muchos años. ¿Eres de quienes está en esta situación?

    Quizás, el origen de tu depresión esté en la autopostergación y la creencia de que “lo tuyo» es menos importante que lo de los demás.

    Esta idea en tu mente te ha impedido enfrentar y sanar tus heridas.

    Cuando te autopostergas y consideras que “tus cosas” son menos importantes, te apartas del vital ciclo de la valoración personal y del potencial desarrollo que puede surgir a partir de ahí.

    Para dar vuelta esto y así abrirte a un proceso de reconstrucción personal y valoración positiva, que te permita salir de la depresión, proponte tomar conciencia a través de la observación y en análisis.

    Mira a tu entorno, a las personas que te rodean, que están cerca de ti: cada una es única y diferente, como tú.

    Esta capacidad de reconocerte, le restará sentido a las comparaciones que te desvalorizan o te destruyen internamente. Evita esas comparaciones y así dejarás de alimentar el sentimiento de autopostergación.

    Enfoca tus energías en reconocer que cada persona tiene un valor intrínseco por el simple hecho de ser quien es. Tú también. Cuando lo ves así, esa comparación enjuiciadora pierde todo su sentido.

    Reconoce a los demás su valor, reconoce tú valor. Así toda comparación enjuiciadora irá perdiendo sentido.

    Recuerda:

    Somos únicos, auténticos y diferentes.

    No vale la pena compararte con los demás.

    Soy Fernando Aylwin, psicólogo y constelador familiar.

  • ¿Salvar mi matrimonio o salvarme yo?

    ¿Salvar mi matrimonio o salvarme yo?

    ¿Estás en una relación matrimonial? ¿Tienes pareja? ¿Estás pasando por un momento de crisis?

    Las crisis matrimoniales son muy comunes en estos tiempos, y la separación, la salida. Pero, no todos dan ese paso con claridad o les cuesta enfrentar la crisis que viven.

    Hay personas a quienes les cuesta tomar una decisión, ya sea, para continuar su matrimonio o para ponerle fin. Tal vez, tú sientes esta indecisión; quizás, has reflexionado: “no sé si salvar mi matrimonio o salvarme yo”.

    Detrás de esa dificultad, hay creencias socioculturales o religiosas adquiridas a lo largo de la vida, especialmente en la infancia que pueden actuar de forma muy autoritaria frente a este tipo de conflictos.

    Si estás en una relación en crisis, una manera de ayudarte a tomar decisiones sobre tu matrimonio es aprendiendo a identificar aquellas creencias socioculturales o religiosas arraigadas en ti. Después, toma conciencia de su influencia en tu manera de enfrentar las decisiones en el ámbito de la relación de pareja.

    Luego de identificar esas creencias externas, pregúntate ahora, cuáles son tus creencias personales, las auténticas. Porque son precisamente estas propias creencias —y no las impuestas—, las que te permitirán decidir con mayor libertad frente a una crisis matrimonial.

    Te comparto un ejemplo personal. Descubrí que el color es vida. Esta creencia personal me invita cada día a vivirla a través de la manera cómo me visto y miro a mi alrededor.

    Teniendo claridad para distinguir las creencias externas y las arraigadas en la infancia, y compararlas con las que puedo conseguir ahora, te permitirá desarrollar tu libertad interior. Así tomarás decisiones mucho más libres y certeras, en el momento de la crisis matrimonial que pudieras estar viviendo.

    Soy Fernando Aylwin, psicólogo y constelador familiar.

  • ¿Sientes que eres una persona insegura?

    ¿Sientes que eres una persona insegura?

    En este mundo, en este tiempo, hay miles de personas adultas que se reconocen a sí mismas como inseguras, con miedos. Muy probablemente, también tienen una autovaloración baja o incluso negativa. Es común que reconozcan que esa inseguridad les frena la vida y limita su desarrollo en distintos ámbitos.

    ¿Qué podría ayudarte si te sientes con inseguridades, miedos o una autovaloración baja o negativa?

    Fíjate. Una gran ayuda sería identificar cuál fue esa experiencia, posiblemente originaria y vivida durante tu infancia —antes de los 12 o 13 años—, que dio origen a tu inseguridad, sin importar qué tipo de situación o evento haya sido.

    Identifícala y visualízala con detalle. ¿Te surgen esos recuerdos? Bueno, ahora, compara tu vida presente. Te pregunto: ¿quién eres ahora? ¿Qué hay a tu alrededor? ¿Quiénes forman parte de tu vida? ¿Dónde estás viviendo? ¿Con quién? ¿Qué has hecho o logrado hasta hoy?

    Con estas preguntas, podrás descubrir algo muy importante: hoy no eres aquella persona que sufrió o vivió esa experiencia dolorosa que dio origen a tu inseguridad y la autoexigencia de ser distinta o distinto a quién eres.

    Si haces esta comparación objetiva, entre tus recuerdos y tu realidad presente, tendrás una visión más clara, más enraizada en el aquí y el ahora, de quién eres hoy y de quién ya no eres.

    Quisiera invitarte después de esta lectura a quedarte con dos ideas:

    • Suelta los dolores del pasado y da vuelta la página.
    • Prométete que nunca más seguirás sintiendo esos dolores.

    Soy Fernando Aylwin, psicólogo y constelador familiar.